A dos años..

Hace dos años mi padre partió, adelantándose a esta vida que lo limito en muchos aspectos, pero que demostró que nada lo derrotaba tan fácil. Esto es un pequeño recuerdo de lo que ocurrió esos tres días del mes de Mayo.  

Todo esto comenzó este viernes del corriente, aunque para nosotros comenzó  un martes en la noche... para ser precisos a las 8:00 pm, es increíble que lo recuerde a perfección pero fue el evento que marco en su totalidad a mi vida.
Era igualmente un final se semestre como todos los que he padecido en la carrera, ese martes tuve las clases de Nueva España y Didáctica de la historia salí temprano de la Facultad por que deseaba dormir un poco después de permanecer despierto como unas 20 horas. Eran las 7:45 cuando me senté a comer pero ya dese ese entonces sentí que mi cuerpo no se encontraba en este estado o dimensión por así decirlo; enfrente de nuevo de la computadora sonó el teléfono, yo pensaba que era mi hermano que avisaba que llegaría tarde, pero no, fue esa llamada que hizo que todo cayera como castillo de naipes.
- Es que a tu padre le paso algo.
-Bien dígame que fue ese algo.
- Es mejor que vengas
- A donde?
- Al hospital que se encuentra en Balbuena, si sabes cual es?
- No pero ahora investigo, necesita contactar a mi madre?
- si por favor pasame su numero.
De aquí en adelante mi memoria se trastorna y todo lo ve como una especie de sueño con rasgos de pesadilla; esperaba entrar a la sala de un hospital federal en donde me dirían: "Tu padre sufrió un accidente un carro lo golpeo por detrás tiene algunas lesiones pero va a estar bien"
Al pasar por mi madre esa idea dejo de vagar en mi mente y solo se mantenía como una especie de esperanza débil ante el fuerte viento que todo lleva a su paso... una segunda llamada:
- En donde andan?
- En donde nos dijo que fuéramos, ya estamos cerca del hospital
- Mejor ve al ministerio publico que esta en la delegación Venustiano Carranza.
- Pero dígame que le paso?
- Aquí les decimos.
Ya esperaba lo peor llegando al ministerio público entre ferozmente a preguntar por mi padre... ninguno de los imbéciles que estaba ahí me supo decir nada, hasta que uno dijo:
-Entra por esa puerta y al final a mano derecha te van a decir.
Entre pateando puertas desesperado y buscando una respuesta:
-Si buenas noches que se te ofre..?
- Buenas noches me dijeron que viniese aqpoeticouí a preguntar por mi padre que le había ocurrido algo.
-Tu eres el hijo del Taxista?
-Chofer. Respondí de forma fría y cortante, el adjetivo de "taxista" lo sentía muy despectivo.
-Lo lamento mucho hijo... pero.
- Pero qué? ya dígame en donde puedo encontrar a mi padre!
- Tu padre falleció, y necesitamos que nos den una declaración
En ese momento sentí como si una parte de mi abandonase mi cuerpo y se retirara lejos, lejos muy lejos,  no percibí una mirada clara de mi rostro ante el reflejo de la pantalla de la computadora en donde tenían las fotos de el auto que manejaba mi papá. Salí de esa sala con un gran peso que me oprimía y no me dejaba respirar arrastraba los pies y en mi cabeza circulaba la idea "Eso es un sueño, solo un sueño, en cualquier momento despierto" pero otra parte de mi decia; "No tu padre esta muerto y no puedes hacer nada". Vi a mi madre su expresión era de no entender lo que sucedía pero sabía que me habían dicho lo mismo que a ella, mi hermano tenía la misma expresión; no sabía que hacer, solo quería salir, irme lejos para que todo fuera solo un suceso que paso y nunca fue cierto.
Sentado en la banqueta del ministerio mi hermano me alcanzo y se sentó a mi lado con pesadez, después apareció mi madre y se sentó a nuestro lado y nos quedamos con la pregunta ¿que hacer? Y mi mamá dijo:
- Hay que hablarle a tus tíos.
Y comenzó el carrusel de llamadas, no se como fue que me arme de valor para no desmoronarme en ese momento y sobre todo mi tío Manuel, quien se quedo serio y me pregunto que si no era una broma, y le respondí: Usted cree que jugaría con algo así... venga al DF y por favor avísele a los demás ya que no tengo el suficiente crédito para hacer todas  las llamadas.
Una hora después comenzaron a llegar los más cercanos a el lugar, abrazos largos y lagrimas escondidas de mis primeros tíos en llegar me motivaron mucho, pero llegue al grado de preguntarme por que diablos no lloraba.
-Es necesario que hagan una declaración y vayan a reconocer el cuerpo, ya que no lo tenemos aquí si no en las galerías cercanas a el aeropuerto.
Finalizada la declaración no pude evitar sentir un odio inmenso al sistema, a la burocracia y al imbécil que nos había tomado la declaración a mi hermano y a mi; llegando a las galerías necesitaban que solo uno reconociera el cuerpo.
-Yo. Dije rápido y sin darle tiempo a nadie, y entre detrás de la señorita que me guío hasta una zona de habitaciones en donde sobre una plancha de hierro con una sabana encima se encontraba mi padre ya con signos de rigor.
-Si es el? Preguntaron en un tono desesperado los infelices de la SEMEFO.
-Si, pero deseo despedirme estar un tiempo a solas.
- Si claro. respondieron en un tono de hastío que aun vaga sonoro en mi mente.
Me quede unos minutos con él, le hable le dije lo mucho que lo amaba, y fue cuando me dí cuenta que las primeras lagrimas aparecieron en mi rostro.
-Ya no lo tenemos que llevar para hacerle la autopsia.
-Si... pero podrían cerrarle los ojos por favor?
-no, ya que eso se hará después de que se te entregue el cuerpo de tu familiar. Como si fuera una mercancía... hijos de puta.
Al salir de las Galerías mi madre y mi hermano me preguntaron si era el en un tono de esperanza de que se hubieran equivocado.
-Si es el... hay que seguir a la camioneta, lo van a llevar a la SEME... no se que. Después me entere que era la SEMEFO.
Al llegar a ese elefante blanco con puertas de vidrio y con un ambiente lúgubre, nos sentamos a esperar a que nos regresaran a mi padre... pasaron las horas, y me quede dormido en un sillón, siguió pasando el tiempo y aun si dormía no descansaba, mi tío Elías me trajo un refresco, el cual me supo a gloría por que tenia la garganta reseca y la boca me sabía pastosa. Nos pidieron información sobre mi padre a mi hermano y a mi: edad, a que se dedicaba, si tenía alguna enfermedad anterior... etc. Para que al final solo nos dijeran;
- Fue un infarto fulminante, o mejor conocido como infarto a miocardio.
Para la entrega de mi padre, en un vil y despreciable protocolo de entrega de mercancía mi hermano entro a el reconocimiento... mi madre solo se quedaba estática y esperaba que le dijéramos todo. Ya rumbo a las capillas del IMSS lo único que deseaba es que esos desgraciados de la SEMEFO dejaran a mi padre en un lugar tranquilo y lo dejaran de estar paseando por protocolos de la burocracia en el manejo de cuerpos.
Regresamos a nuestra casa para comer algo y salir con algo de ropa para que preparasen a mi padre, aun me sentía en ese estado de vilo en el cual no sabes si estaba en este plano existencial o no. Cuando volvimos a la capilla entregamos la ropa, esperamos, otra vez la maldita espera. Nos invitaron a desayunar mis tíos pero yo ya había comido (una pequeña porción de asado) y sentía que no me cabía nada más a las 10:00 am del 19 de mayo nos entregaron el cuerpo dentro de una caja de latón, maquillado y arreglado. Mi madre, mi hermano y yo lo contemplamos en esa figura de sueño permanente que otorga la muerte.
Comenzaron a llegar más familiares, amigos y gente que conoció a mi padre, que fueron cómplices de sus travesuras de niños, y de aquellos que lo acompañaron en gran parte de su vida como sus amigos, la capilla se lleno, el ambiente intentaba no ser muy deprimente, pero era inevitable, un gran hombre se había ido.
Intente escuchar música pero simplemente no sentía la necesidad de oir; abrazos, muestras de aliento, y momentos de recuerdo de esos días de alegría que nos dio mi padre se hicieron presentes, aun así el ambiente era pesado en la capilla por lo cual salí en contadas ocasiones del lugar a respirar fue entonces que para el medio día decidí hablarle a alguien; estaba bien con los familiares y amigos de mi padre, pero sentí que necesitaba a alguien más, a alguien allegado a mi.
Comencé a hacer las llamadas, algo ocurría que muchas no se lograron concretar, fue entonces hasta que le hable a mi amiga Carolina, quien respondió con curiosidad del por que le había hablado; cuando le conté la situación respondió:
- En donde estas? voy para allá saliendo de la fototeca.
Después mi madre apareció detrás y me dijo: "Ven vamos a la casa a que te des un baño y a que comas algo"
Volvimos a la casa, cuando me pare debajo de la regadera no espere a sentirme tan sucio, era un sentimiento raro.
Cuando salimos de la casa tuvimos que pasar nuevamente a el ministerio publico ya que aun no nos habían regresado las cosas de mi padre por un estúpido tramite burocrático, dos horas más de perder el tiempo con esos seres despreciables, fue cuando mi amiga me hablo:
-Bruno donde estas? ya estoy aquí pero no te veo.
Le respondí que estaba en el ministerio pero que ya no tardaba, después de que nos entregaron las cosas de mi padre, junto a su anillo de bodas, nos dirigimos a los velatorios en donde vi a mi amiga la cual estaba acompañada de su madre, platicamos y recibí más muestras de cariño.
-Demonios, mañana tengo clase con Cerón tengo que ir a la escuela a platicar con el de...
- Tu no vas a ningún lado. Respondió Carolina.- yo me encargo de hablar con los maestros, con quienes tienes clase ademas de el?
Le di los nombres y me dijo.
- Antes que nada tienes que estar aquí con tu madre y tu hermano ya que como dices mañana es la cremación y se que no quieres estar, pero no puedes dejar a tu madre sola en este momento.
Me despedí de Carolina a quien todavía le agradezco el que haya estado ahí.
La noche previa a la cremación paso implacable sobre cada uno de nosotros que nos habíamos quedado en la capilla, la cual ya lucia decorada de flores por todas partes, coronas, arreglos florales, rosas y una orquídea rodeaban a mi padre.
Lo demás es un paso extraño ya  para ese entonces medio salón ya se había enterado del deceso de mi papá y comenzaron las llamadas de aliento, las agradecí, pero en ese momento no quería saber de nadie ya que estaba muy enojado por que los automovilistas en la ciudad no saben respetar un cortejo fúnebre.

Lo demás comienza a hacerse borroso, y solo recuerdo que llore, llore hasta quedarme seco o hasta sentir eso,  llore más aun en mi casa, y en la soledad de esa noche del 20 de mayo del 2010.

Ya son dos años papá... y muchas cosas siguen cambiando, ya termino la licenciatura para este mes y comienzo a centrarme más en la tesis. Te extraño cada día y creo que la causa es como dice mi mamá, nos mal acostumbraste a tu amor.

No, no algo poético, solo es una especie de recuerdo que aun se mantiene en mi memoria, y se mantendrá con el paso de los años.
La Familia se unió todavía más, y su apoyo es la cosa de la cual siempre estaré agradecido.

Fin del post memoria.