1979

Sueños fraudulentos, extraños y persuasivos de este subconsciente que te mira
te extraña y te desea, y saborea en pausas tu aroma, que viaja como un cometa
el cual esparce suave y despacio sus lágrimas secas, expuestas en un color sangre
de sabor salado, y que logran que el recoveco de mi memoria se dilate lentamente
para llegar al recuerdo de nuestro primer beso.
Ese beso, creado de una sinfonía de miradas, palabras y señales... sensaciones, con
las que haces que me enamore de ti cada ves más, eliminando dudas, con cada día.