Cuarto... Elemental

Rompecabezas, esa era la palabra que rondo mi cabeza y lo sigue haciendo. Nunca pensé encontrarme con un rival de esa categoría, la gran mayoría son personas despistadas, que dejaban rastros por todos lados y el ubicarlas era pan comido, pero este personaje, no, su método era único no dejaba huellas, ni pistas ni nada, solo una secuencia que extrañamente no coincidía nunca.
-Eso es imposible- Me dije a mi mismo en la soledad de mi departamento.
-tiene que haber dejado un rastro que nos guíe a el, algo por que es sumamente imposible que esto solo sea así sin una razón clara.
Si cuando estoy solo acostumbro a aventarme mis soliloquios intentando responder todo... pero ahora curiosamente el bloqueo era general, decidí revisar una y otra vez el mapa de los asesinatos y del camino que había entre ellos, formule ideas de como era posible dejar los cuerpos sin que nadie se diese cuenta de alguien sospechoso andaba por esos rumbos.
El estambre rojo que use para marcar la unión entre los puntos muertos (en donde se encontraron  los cadáveres) hacia una cruz y después un cuadro con un triángulo invertido, intente mirarlo con ojos borrosos como lo había hecho con los cuerpos para descubrir el mensaje oculto, pero nada.
Había algo en esos lugares que me confundían de cierta manera, causándome deja-vues  de etapas pasadas de mi vida, antes de convertirme en detective.

"Felicidades detective Ricardo ahora solo una las piezas"...

Los lugares eran recurrentes, hasta por mi en una época, pero seguía sin entender el por que de la relación entre mi y los asesinatos; los cuerpos formaban letras, y salia la frase "Te encontré", pero solo era como una forma de llamar mi atención. Hasta que entonces mirando con sumo interés una de las fotografías de uno de los cadáveres, me apareció un especie de deja-vu; mi recuerdo llegaba a un momento en el cual yo caminaba por la calle de Xicotencatl en Coyoacan y delante de mí se encontraba con una mujer que paseaba un perro, y en mismo instante el animal, desconociendo la razón, se escapo de su correa corriendo al transito de División del Norte, intente detenerlo, pero fue demasiado tarde; un automóvil lo golpeo enviándolo a un costado de la avenida, en donde quedo tirado como...
Fue entonces cuando mi mente comenzó a hacer las conexiones.

-¿Bueno? habla Ricardo, mira, quiero que busques en los registros si algunos de los fallecidos tuvieron o tiene mascotas, o si estas fallecieron en un accidente... ¿para qué? Tu solo hazlo, y si están las fotos de los animales mejor, ¿qué para qué quiero las fotos? No preguntes tu hazlo.
Curiosamente no fue el único Deja-vu que tuve, ya que en los periódicos anduvo por mucho tiempo el dato de una joven que intento detener a su mascota que había corrido al arrollo vehicular, lo que le causo a la niña una fractura de fémur después de que el automóvil la arrollase a ella y a su mascota.

_¿Qué paso?... ¿cuantos? Ok es suficiente.
Perfecto, tres de los siete, tenían o tuvieron animales, los cuales fallecieron en un accidente, ahora solo faltaba la conexión con los otros cuatro, estas tres personas formaban lo que sería las letras: "e, o, a" del alfabeto griego.

Él o ella había dejado pistas, pequeñas pero no insignificantes, y solo era cuestión de buscarlas por muy inverosímiles que fuesen, solo faltan cuatro letras y creo tener una ligera idea de a que va esto.
En ese momento tocaron a mí puerta muy apresuradamente como si tuviesen la necesidad de localizarme de inmediato.
_¿Quién sera a estas horas?.. ¿qué demonios?
Justo en la entrada había un pequeño paquete forrado en crepe, con un cordón blanco y una nota dirigida a mí.
          "Si crees que es por ecología o por ambiente, estas muy perdido... Pensé que serías más listo
                      retoma mejor tus pistas. Nos vemos pronto. JM"

¿James Moriarty? Al parecer entre a su juego, y no me dejara ir hasta que lo resuelva; el paquete aun no lo abría, había algo en el que hacía que me diese una especie de mala espina, lo tome entre mis manos intentando pesarlo, y esperando no oír un famoso "tic-tac-toc", abrí lentamente el paquete, ahora si me sentía sin salida; dentro de la caja había fotos mías en diferentes etapas de mi vida.

-Esto ya se volvió personal... Guerra quieres, guerra tendrás.

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